Dios todopoderoso, Padre de misericordia, que creaste todas las cosas por tu Hijo, y lo estableciste como sólido fundamento de tu reino, atiende nuestra petición y haz que esta obra que iniciamos para gloria de tu nombre y para nuestro provecho, con la ayuda de tu sabiduría, vaya creciendo de día en día hasta su feliz culminación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.