Papa: Pandemia puede ser el momento de redescubrir el amor, la bondad

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Un grupo de personas del público y policía se reúnen mientras la frontera húngaro-austríaca se cierra cerca de Nickelsdorf, Austria, el 18 de marzo de 2020. La gente debe aprovechar este tiempo de la pandemia del coronavirus para redescubrir la importancia de los pequeños y concretos gestos de afecto y cuidado hacia los demás –dijo el papa Francisco en una reciente entrevista. Foto CNS-Leonhard Foeger, Reuters

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La gente debe aprovechar este tiempo de la pandemia del coronavirus para redescubrir la importancia de los pequeños y concretos gestos de afecto y cuidado hacia los demás –dijo el papa Francisco en una reciente entrevista.

“A veces entre nosotros experimentamos una comunicación que es solo virtual. En cambio, deberíamos descubrir una nueva cercanía. Una relación más concreta hecha de atención y paciencia”, dijo en una entrevista telefónica con el diario italiano La Repubblica, publicada el 18 de marzo.

Un ejemplo de esto dijo, es la abnegación de aquellos que están en la primera fila trabajando para salvar la vida de la gente.

“Agradezco a aquellos que se entregan de este modo a los demás”, dijo.

“Y les pido a todos que se acerquen a los que han perdido a sus seres queridos, tratando de acompañarlos de todas las maneras posibles. El consuelo debe ser ahora el compromiso de todos”, agregó.

Se le preguntó al pontífice cómo la gente puede aprovechar mejor este tiempo de aislamiento forzado o cuarentena.

“Debemos redescubrir lo concreto de pequeñas cosas, de los pequeños cuidados que hay que tener hacia nuestros allegados, la familia, los amigos. Comprender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro”, dijo.

Hay gestos mínimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasión “que, sin embargo, son decisivos, importantes”, dijo.

“Por ejemplo: un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica. Son gestos familiares de atención a los detalles de cada día que hacen que la vida tenga sentido y que haya comunión y comunicación entre nosotros”, agregó.

El papa dijo que a menudo algunas familias en casa comen juntas en silencio “porque los padres ven la televisión mientras comen y sus hijos están en sus teléfonos móviles. Parecen unos monjes aislados unos de otros” sin ninguna comunicación –dijo.

“Escucharnos es importante porque así entendemos qué necesita cada uno, sus necesidades, cansancios, deseos. Hay un lenguaje hecho de gestos concretos que debe ser salvaguardado. En mi opinión, el dolor de estos días debe abrirnos a lo concreto”, dijo.

El papa Francisco comentó que un artículo escrito recientemente lo impresionó porque el mismo recalcaba que nuestros comportamientos individuales siempre influyen en la vida de los demás.

Fabio Fazio, un presentador de un programa de variedades de la televisión italiana, escribió un artículo que apareció el 16 de marzo en La Repubblica, enumerando todo lo que estaba aprendiendo durante la cuarentena nacional. Instando a los líderes para que también escriban una lista de las lecciones aprendidas, Fazio dijo que entre algunas de sus reflexiones personales estaba la importancia de acompañar a los seres queridos, abrazar a nuestros hijos, la necesidad de solidaridad y la desafortunada desaparición del concepto de una nación dedicada al bienestar social.

“Se evidencia que aquellos que no pagan impuestos, no solo cometen un delito grave, sino también un delito (similar a un homicidio porque) también son culpables si no hay camas de hospital ni respiradores”, escribió Fazio.

El papa dijo que esa línea en especial le impactó al igual que otros fragmentos.

Al papa Francisco se le preguntó cuál fue su oración cuando visitó y rezó en dos iglesias el 15 de marzo en Roma.

“He pedido al Señor que detenga la epidemia: ‘Señor, detenla con tu mano’. Recé por esto”, dijo.

Cuando se le preguntó qué deben hacer las personas si no tienen creencias religiosas, el papa explicó que siguen siendo hijos de Dios, quien todavía los sigue buscando.
 
Aquellos que aún no han encontrado a Dios y los que carecen del don de la fe todavía pueden “encontrar su camino allí, en las cosas buenas en las que ellos creen”.

“Qué puedan encontrar la fuerza en el amor a sus hijos, a su familia, a sus hermanos” y que puedan creer en el amor de la gente que les rodea “y allí encontrar la esperanza”, dijo.

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